miércoles, 22 de mayo de 2024

Ciclos económicos de la moda de temporada reconocidos por el paso de las últimas décadas del siglo XX y de principios del siglo XXI.

Los conceptos de la cultura popular “Gay” que se cruzan con los de los escenarios maternales hechos a las inversiones en actividades deportivas afines a las artes marciales y también a la afición al fútbol soccer con antecedentes del recuerdo de la formulación de las elecciones de renta y compra de películas en centros de distribución de esa clase de productos en establecimientos como los “Blockbuster” en otros tiempos, pueden resultar funcionales para comprometer las apuestas a la realización del paradigma dramático de las réplicas a la cultura de la actuación popular de grandes segmentos de las clases populares después de la filmación de la primera película de los “Transformers”, velando de paso por la identidad del gusto por la obra de los “Rock Stars” conformada por grupos como “The Doors”, rayando de paso en el sentido maternalista de la cultura de la afición al baseball histórico a la par que atendiendo al destino de la industria de los “Pop Stars” y “Latín Stars” de la temporada de moda, andando a la línea si ese fuera el caso de los telespectadores que durante las primeras temporadas de la transmisión en televisión de series de “ánimes” como los de “Naruto” y el “Avatar”, dan por reconocida a la calidad de la penetración de temas musicales de “Rock Latino” de la temporada de la segunda mitad de la década del 2000, como el de “Padre Nuestro” de “Los Fabulosos Cadillac”, mismo que entre cuadros de trabajadores de las clases populares de la provincia mexicana que cotizaron los intereses operativos de las cuadrillas de auxiliares de ayudantes generales dentro de centros de trabajo afines y similares a los “carwash”, en la dimensión de la iniciativa empresarial de las réplicas al culto a personalidades como las de “Elvis Presley” en circunstancias ideales de trabajo e incluso también como la de “Charles Chaplin”, misma que da lugar por principio de cuentas a que sea por motivo de su particular condición humana tenida por ejemplar de bajo peso y baja estura, a que se atienda la naturaleza de la convocatoria de los trabajadores en potencia a la realización de sus tentativas faenas laborales, siendo éstas entre cuadros de población pertenecientes a las generaciones “X” y “Y”, una dimensión cultural condicionada por la naturaleza de la fenomenología social de los “teleniños” que están familiarizados con marcas de juguetes como los “Hot Wheels”, ello como parte de la realidad social de las relaciones obrero - patronales que se puedan establecer en los hogares de estratos sociales de la clase media de la provincia mexicana, donde los vástagos de los núcleos familiares que se asumen consecuentes con la camaradería con la afición de corte masivo popular de los eventos de futbol soccer de equipos como el de “La Real Sociedad”, dan lugar a que el giro de oficios como los de las nanas y las damas de compañía, coincidan con el espíritu de la hacienda residencial tradicional con usos y costumbres afines y similares a las palaciegas que son propias de las familias reales de distintos países del mundo, caso que llega a ser contrastado con la realidad social de la cultura de los matrimonios entre las clases populares urbanas de México, que para la década del 2010, se reconocen empáticas en el mejor de los casos en tertulias cerveceras con la afición a clubes deportivos como el “Bayer Munich”, dentro de un contexto social familiarizado con el estilo convencional de herramientas de mano y eléctricas que con conciencia rural y conciencia urbana de su necesidad dentro de distintas circunstancias labores e incluso de ocio, da lugar a que la vida cotidiana de cuadros de trabajadores condicionados por la calidad de su especialización laboral, sea un asunto consecuente con la calidad económica que define a su particular circunscripción a un modelo esquemático y líneal de negocios en concreto, tal como sucede por ejemplo, en caso de los maestros albañiles de suburbios y arrabales de la provincia mexicana. Otro caso completamente distinto que de forma paralela tiene lugar dentro de un mismo contexto habitacional, puede ser el de la cultura del trabajo que es propia de aquella clase obrera popular condicionada por las impresiones de los “teleniños” que resultan del corte generacional que redunda en la posibilidad de marcar la diferencia entre las necesidades automotrices que son exclusivas de distintos cuadros urbanos dentro de una misma localidad, de tal forma que el sondeo de sus respectivos valores circunstanciales en el libre mercado a nivel regional con réplicas en distintos planos nacionales e internacionales, de las ventas finales de trapo reciclado y de trapo de distintas clases, tipos y calidades, así como también de las tradicionales jergas y estopa, puede bien reconocer la integridad de un dominio comercial que desde la primera mitad del siglo XX, da por bien conocidos cuales son los orígenes de su necesidad y utilidad más rendidora, caso que ya durante la época de la posguerra durante la década de los años 50s, supuso de paso también el reconocimiento de la calidad internacionalista de un dominio industrial afín al total de la clase trabajadora mundial, cuestión que para la década de los años 60s, se entiende en relación a la calidad de la cultura popular “indie global” que a nivel comercial supuso la correcta definición de los términos publicitarios tradicionales del espíritu moral de la clase media de la gran mayoría de las sociedades urbanas de casi todos los países del mundo. Ya durante la década de los 80s los valores del consumismo global supusieron dar lugar a la tónica de las dinámicas de las distintas corrientes del cambio cultural que siguieron a diferentes tendencias del estilo de la moda de las temporadas que se sucedieron durante el curso de esos años, siendo ésta una cuestión que ya durante la década del 2010 reconoció los matices que pueden existir por ejemplo, entre los cursos de costura, corte y confección de los distintos estilos californiano, neoyorkino, vaquero y latino, caso que comprendido a la sazón de los intereses regionales en juego dentro de territorios como el de Sonora, México, da pauta para tener la razón cabal suficiente como para integrar un concepto definitivo de esquematización de un modelo de ciclos económicos de “Kondratieff” incluyente de los avatares de las tendencias de la moda de las temporadas por venir en lo que resta de la década del  2020, con un estilo “indie americano” de la moda que marca las diferencias entre la comercialización de baratijas, bagatelas y oropeles con respecto a la bisutería fina a precios económicos que no dejan de ser petulantes, dando cabida a la formulación conceptual de la palabra fruslería para bien reconocer aquello que es de fútil a baladí. De forma paralela la misma clase de cuestiones pueden ser atendidas a la par que se cuidan mascotas, caso que puede entenderse haciendo alegoría a la caricatura de “Scooby Doo”, donde “Shaggy” se hace cargo de “Scooby” y “Fred” de las chicas “Daphne” y “Vilma”, distinguiendo de ese modo, entre las “cochinadas” que son comunes de la vida con mascotas de las payasadas que pueden consistir según sea el caso en malabares, acrobacias, vestuarios, maquillajes, chistes, música, artes gráficas, danza, etcétera.

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